Abrió los ojos. Todo era oscuridad. Pensaba que aún era de madrugada. Había escuchado algo. No sabía bien el qué. Aquel sonido, casi imperceptible, no era el de los animales cuando empiezan a desperezarse para iniciar el día. Sintió frio. […]
Abrió los ojos. Todo era oscuridad. Pensaba que aún era de madrugada. Había escuchado algo. No sabía bien el qué. Aquel sonido, casi imperceptible, no era el de los animales cuando empiezan a desperezarse para iniciar el día. Sintió frio. […]
Eras las tres y diecisiete minutos de la tarde. Una peligrosa hora para deambular por las calles de una ciudad que hacía muchos años estaba instalada en la resignación, la tristeza y el miedo. Mucho miedo.
-«El señor es mi pastor, nada me faltará. Y aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque él está conmigo. Su vara y su cayado me infunden aliento«. -Murmuraba, una y otra vez, aquel […]
Todas las tardes, al caer el sol, se sentaba en la ladera vislumbrando la inmensidad del océano y la batalla diaria de las rocas del acantilado contra las duras mareas del mar del norte.
Existió una vez, un joven de mediana edad que todos los días recorría un largo camino, del que no se veía el final, como lo hacía mucha gente que había a su alrededor.