Definitivamente alguien ha tirado de la manta y ha sacado a la luz, publicado por el diario “El País”, todos y cada uno de los pagos y sobresueldos sin declarar que recibían altos cargos del PP y del Gobierno de Rajoy así como jugosas donaciones de empresas privadas a la noble causa popular.El que hasta ahora era conocido como el “Bárcenasgate” se ha convertido en poco más de 48 horas en un escandaloso caso de financiación ilegal del Partido Popular. Jamás en la historia de nuestra democracia habíamos asistido a un caso de corrupción tan grave y que afecte de manera tan directa al actual presidente del Gobierno. Ni si quiera el caso del terrorismo de estado del GAL contra la banda armada de ETA durante el gobierno de Felipe González apuntó tan alto y a tanta gente como el “Barcenasgate”.
El terremoto político que ha sacudido al PP es de nueve en la escala ritcher y ha dejado noqueados a los dirigentes populares que han intentado cortar la hemorragia amenazando con querellarse contra los periodistas que hagan pública cualquier información al respecto. Además, la comparecencia del Presidente Rajoy ante los medios, apareciendo en un video y sin permitir preguntas de los periodistas demuestra que el descontrol interno en el PP y en el Gobierno es absoluto y ya no tienen forma de parar el escándalo.
De llegarse a confirmar que altos cargos del PP y del Gobierno de Rajoy han estado recibiendo dinero en negro por parte de donaciones no declaradas, significaría que Mariano Rajoy tendría que dimitir y convocar elecciones anticipadas. Ningún Presidente y ningún Gobierno pueden mantenerse en el poder y exigir sacrificios a la ciudadanía cuando hemos descubierto que le respalda un partido que se ha financiado, desde hace veinte años, de forma ilegal.
No hay otra salida, ante un gobierno que ya está amortizado, sólo la convocatoria de unas elecciones anticipadas puede hacer que este país recupere algo de confianza en el exterior y que los ciudadanos españoles vuelvan a sentir una mínima ilusión.
Ahora le toca a la ciudadanía exigir que se convoquen elecciones anticipadas y responder masivamente en las urnas, votando a quienes no están manchados por la corrupción, que los hay. Es la única alternativa saludable para poder reconstruir un país desde el punto de vista social, político y económico. Pero sobre todo, desde el punto de vista moral y ético.
06/03/2013
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