Para empezar, hay que recordar que en EEUU, el sistema de elección es indirecto. Es decir, cuando los estadounidenses acudan este martes a las urnas lo harán no para votar al que será su presidente los próximos cuatro años sino a la persona que votará en su nombre al inquilino de la Casa Blanca en virtud de un sistema ideado por los ‘padres fundadores’ del país y recogido por la Constitución.La elección empieza en la costa oriental de EEUU y termina en Hawai, lo que significa que cuando una parte del país ha iniciado el escrutinio y conoce los resultados, otra parte aún mantiene abiertos los colegios.
¿Cómo se eligen a los compromisarios?
En concreto, lo que eligen los norteamericanos son los 538 compromisarios que integran el Colegio Electoral. Este número se corresponde con los 435 miembros del Congreso, los 100 miembros del Senado y los tres delegados del Distrito de Columbia, que no tiene senadores pero sí delegados.
Cada estado tiene su propio sistema para elegir a los compromisarios del Colegio Electoral y en ningún caso pueden ser altos funcionarios de la administración pública o miembros del Congreso o el Gobierno. El total de compromisarios se reparten entre los 50 estados en base a su población.
De esta manera, el número de compromisarios por Estado queda establecido así:
Alabama 9, Montana 3, Alaska 3, Nebraska 5, Arizona 11, Nevada 6, Arkansas 6, New Hampshire 4, California 55, New Jersey 14, Colorado 9, Nuevo México 5, Connecticut 7, Nueva York 29, Delaware 3, Carolina del Sur 9, Washington D. C. 3, Dakota del Norte 3, Florida 29, Ohio 18, Georgia 16, Oklahoma 7, Hawái 4, Oregón 7, Idaho 4, Pensilvania 20, Illinois 20, Rhode Island 4, Indiana 11, Carolina del Norte 15, Iowa 6, Dakota del Sur 3, Kansas 6, Tennessee 11, Kentucky 8, Texas 38, Luisiana 8, Utah 6, Maine 4, Vermont 3, Maryland 10, Virginia 13, Massachusetts 11, Washington 12, Míchigan 16, Virginia Occidental 5, Minnesota 10, Wisconsin 10, Mississippi 6, Wyoming 3, Missouri 10
Cuando un ciudadano vota por su candidato a presidente, esta persona está votando realmente para instruir al elector de su estado hacia dónde debe ser dirigido su voto en el Colegio Electoral. Por ejemplo, si un ciudadano deposita su papeleta por el candidato del partido republicano, realmente esta persona está ordenando al «compromisario» de su estado para que vote por ese candidato en la reunión de electores en el Colegio Electoral, lo mismo en el caso demócrata. O lo que es lo mismo, quien gane el voto popular en un determinado estado, conseguirá el respaldo de «los electores» y, por tanto, los votos estatales a ese candidato y su partido.
Tras la votación, el presidente de cada estado debe emitir un certificado en el que se declara el candidato vencedor y se incluyen los nombres de los compromisarios que le representarán en el Colegio Electoral, y remitirlo al Congreso y a los Archivos de la Nación para que quede en el registro oficial.
La reunión del Colegio Electoral se celebra el primer lunes después del segundo miércoles de diciembre, es decir, en esta ocasión será el 17 de diciembre. En realidad, los compromisarios no se reúnen físicamente en un mismo lugar sino que lo hacen en sus respectivos estados y depositan sus votos por separado para el presidente y el vicepresidente. Para ser electo Presidente de los Estados Unidos, un candidato o candidata necesita tener el apoyo de 270 compromisarios del Colegio Electoral, es decir, mayoría simple.
El que gana se lo lleva todo.
49 de los 51 distritos electorales (los 50 Estados más el Distrito de Columbia, donde está la capital Washington) se rigen por el principio de “el ganador se lleva todo”. Es decir, quien se impone en ese Estado se lleva el 100% de los electores. Así, las elecciones en los grandes Estados se vuelven claves, ya que alcanza con ganar por un voto individual para llevarse los 55 electores de California, o los 38 de Texas.
Los estados más importantes.
Por número de electores son California, Florida, Illinois, Michigan, Nueva York, Ohio, Pensilvania, Texas. En total suman 312 electores, y quien los ganara todos, obtendría una mayoría absoluta abultada.
Los estados “seguros”.
Son regiones con fuerte tradición política de uno de los dos grandes partidos, sea quien sea el candidato. Así, el centro oeste es históricamente republicano, y tanto la costa oeste como el noreste, demócrata. Los Estados de la frontera con México han sido históricamente republicanos, aunque los cambios demográficos han provocado cada vez más una mayor población latina, lo que puede llegar a cambiar la historia a medio plazo.
Quizás allí esté la mayor injusticia del sistema: los votos de un republicano no valen nada en California, así como los de los demócratas en Texas, y por eso los candidatos ni se preocupan de hacer campaña en determinados estados. Así podemos asegurar, siempre basándonos en los resultados históricos que 16 Estados pueden considerarse claramente demócratas: California, New York, Illinois, New Jersey, Washington, Massachusets, Maryland, Minnesota, Oregon, Connecticut, Maine, Rhode Island, Hawwai, Vermont, Delaware y el Distrito Centro.
Mientras que 21 Estados son claramente republicanos: Texas, Indiana, Georgia, Tennessee, Carolina del Sur, Alabama, Kentucky, Louisiana, Oklahoma, Arkansas, Mississippi, Kansas, Utah, West Virginia, Nebraska, Idaho, Alaska, Dakota del Sur, Dakota del Norte y Wyoming.
Los estados “tendencia”.
Son 14 estados que definen la elección. De ellos, hay cinco que tiene un ganador probable: en Carolina del Norte, Arizona y Missouri los republicanos son favoritos; en Michigan y Nuevo Mexico, los demócratas. Otra cosa allí sería una sorpresa importante que daría un vuelco a las elecciones.
Dónde se decide la batalla.
A lo largo de la historia electoral de EEUU, siempre ha habido estados clave que son los que han decidido las presidenciales, y para este año 2012 no iba a ser menos.
Cuando nos sentemos en la televisión viendo el recuento, debemos estar atentos a ocho Estados en los cuales realmente la elección será emocionante, significativa e incierta. Esos suman 94 electores, por los cuales realmente se peleará. Por orden decreciente, son: Florida (29 votos), Ohio (18), Virginia (13), Wisconsin (10), Colorado (9), Nevada (6), Iowa (6) y New Hampshire (4).
Florida (29 votos) suele ser el Estado más relevante entre los de resultado incierto. Bush ganó con lo justo a Al Gore en 2000, desatando una interminable polémica, batallas legales y acusaciones de fraude. Tiene una curiosa mezcla demográfica, entre inmigrantes, -muy volcados a Obama- y jubilados de todo el país –conservadores- que se van a la península a retirarse.
Ohio (18 votos): es el “Gurú” de Estados Unidos: en las últimas 12 elecciones, quien ganó Ohio ganó el país. El Estado tiene tradición republicana, pero los demócratas han ganado peso. Puede influir decisivamente la huelga de trabajadores públicos del año pasado, que deterioró la imagen republicana. 18 de 22 encuestas le dan la victoria a Obama, aunque con un porcentaje de tres puntos que no le garantiza la victoria.
Virginia (13 votos): Es la elección más igualada. Un punto de diferencia en las encuestas reflejan un estado con tradición republicana, pero que en los últimos tiempos ha tenido un movimiento demográfico que ha favorecido a los demócratas. Va a ser una elección a cara de perro en ese estado.
Wisconsin (10 votos): sería una victoria segura para los demócratas (ganaron todas las elecciones desde 1984) si no fuera por el notable avance que los republicanos tuvieron en 2008 al ganar la elección de gobernador. Las encuestas favorecen a Obama, pero nadie da la batalla por definida. Son 10 votos claves.
Colorado (9 votos): históricamente republicano, en 2008 se lo llevó Obama. En los últimos días fue protagonista de la masacre en el cine de Denver, lo que puede llegar al presidente a lograr un empuje de popularidad al mostrar empatía con el drama. De hecho, Obama estuvo el domingo saludando a los familiares de las víctimas.
Nevada (6 votos): es el Estado que ha sufrido más la crisis económica: tiene la mayor tasa de desempleo (11%). Sin embargo, el senador Harry Reid mantuvo su escaño en 2010, y Obama lleva una ligera delantera, basado en sus planes de dar ayuda estatal para salir de la crisis, ante un Romney acusado de insensible al proponer que el mercado sea quien elija que negocios quedan en pie.
Iowa (6 votos): Es el Estado que le dio la primera gran victoria a Obama en las Primarias de 2008. Sin embargo, con muchos pueblos pequeños y zonas rurales, le da una ventaja a Romney.
New Hampshire (4 votos): de tradición independiente, le dio una clara victoria a Obama en 2008 y otra clara a los republicanos en 2010. Tiene bajo desempleo y mayoría de población blanca, lo que tampoco arroja mucha pista de hacia dónde puede definirse. Obama tiene una leve ventaja, pero no puede cantar victoria.
Así pues, estamos ante las elecciones presidenciales más reñidas de los últimos tiempos. Unas elecciones que no solo definirán el futuro político de EEUU sino también, del resto del mundo.
04/11/2012
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