Tras los resultados electorales del pasado 10 de Noviembre en nuestro país, se dibuja un escenario político mucho más complejo que tendrá que enfrentar retos, que hasta ahora se escribían en el anecdotario parlamentario.
Sin duda, y sin querer entrar a hacer valoraciones de la necesidad o no de una reforma electoral en España, que tantos airados debates genera, la realidad es que la voluntad popular ha dibujado un Congreso de los Diputados mucho más atomizado que el teníamos hasta ahora. La entrada de hasta dieciséis formaciones políticas en el nuevo arco parlamentario, hace que el Congreso de los Diputados se convierta en el más representativo de la historia reciente de nuestro país, fiel reflejo de la pluralidad nacional en España.
Haciendo un primer análisis por bloques ideológicos, teniendo en cuenta que, a grandes rasgos, el bloque de la izquierda lo componen PSOE, PODEMOS y MÁS PAÍS, y el bloque de la derecha lo componen PP, CIUDADANOS Y VOX, vemos como el adelanto electoral ha pasado factura a la izquierda española.
Si en abril, la diferencia entre el bloque de izquierdas y el de derechas era de 18 escaños, 165 de la izquierda frente a los 147 de la derecha, tras las elecciones de Noviembre esa diferencia se reduce a tan solo ocho, 158 de la izquierda frente a los 150 de la derecha. Llamativo supone el hundimiento de CIUDADANOS en las elecciones de Noviembre, dejándose 47 escaños que se repartieron entre el PP y VOX en mayor medida.
Si entramos en un análisis más detallado por formaciones políticas, y centrándome en los partidos con una mayor representación electoral, podemos dibujar el siguiente escenario estratégico.
PSOE: Tras el fracaso de las negociaciones para formar gobierno tras los resultados de Abril, los socialistas confiaron su suerte a un adelanto electoral que les permitiera obtener un mayor respaldo ciudadano y presentarse a una nueva negociación sin ataduras. Así por lo menos se valoró entre los asesores presidenciales. El estallido social en Cataluña y la decisión de la mayoría de los indecisos, que tenía como primera opción al PSOE, de quedarse en casa, dejo al partido de Pedro Sánchez muy lejos de los 130 escaños que en Ferraz manejaban como objetivo. La pérdida de tres escaños con respecto a Abril, ha debilitado al PSOE que, tras el acuerdo para formar un gobierno de coalición con PODEMOS, está obligado a dejarse equipaje en el camino.
PODEMOS: Ha pagado en las urnas el no haber firmado un acuerdo de apoyo a la investidura de Sánchez en Abril. Su variación estratégica para convertirse en competidor con el PSOE en el espectro socialdemócrata, abandonando las tesis y posicionamientos originales de los indignados que les llevó a su techo de 69 diputados, está haciendo que pierdan esa conexión con su electorado inicial.
PP: Su estrategia de abandonar el centro político para competir con VOX por el voto más conservador, no ha sido beneficioso para el partido de Casado. El electorado, en ese escenario, se ha sentido más identificado con los de Abascal por su mensaje mucho más duro, bronco y radical que el del PP. El no pasar la barrera de los cien escaños, es un golpe duro para los conservadores.
CIUDADANOS: El desplome histórico del partido del ya extinto Albert Rivera, ha sido producto de una estrategia totalmente equívoca. Mostrarse en los discursos como un partido de centro y regenerador de la política, ha chocado con apoyar al PP y la extrema derecha en comunidades como Andalucía y Madrid. Para rematar, su viraje a la derecha desde hace dos años, donde ya el caladero de votos estaba más que expoliado por el PP y VOX, les ha llevado a la irrelevancia política. Su futuro dependerá de la trayectoria que marque la nueva dirección.
VOX: Es un partido que ha sabido calar, con un discurso populista, en aquellos sectores sociales más castigados por la resaca de la última crisis económica. Con la extrema derecha no podemos sacar la conclusión simplista de que están ahí por la exhumación de Franco, que también. Son un partido que cuenta con el apoyo de provincias castigadas por el paro y las desigualdades sociales. El caldo de cultivo más propicio para que el germen del populismo se extienda irremediablemente.
Atendiendo a los datos de la Encuesta de Población Activa del pasado 05 de Noviembre, las provincias que registran un mayor dato de desempleo son Jaén, Cádiz, Granada, Córdoba, Sevilla, Huelva, Málaga, Almería, Las Palmas, Santa Cruz de Tenerife, Cáceres y Badajoz. Si comparamos esos datos con los resultados electorales de la extrema derecha, VOX irrumpe en todas las provincias citadas anteriormente, e incluso, llega a ser segunda fuerza política en Huelva, Cádiz, Sevilla y Almería.
¿Qué conclusión obtenemos de estos datos generales?
A partir de ahora, España tendrá un Parlamento mucho más plural y atomizado, con una gran cantidad de formaciones políticas de carácter nacionalista, regionalista, provincial, independentistas y antisistemas. Todas ellas reforzadas en unos casos, y surgidas en otros, por la falta de identificación con las propuestas de los grandes partidos nacionales en unos casos, y la fata de respuestas a problemáticas concretas en otros.
Por otro lado, a esa atomización parlamentaria hay que sumarle la gran polarización entre los bloques de ideología progresista y conservadora, lo que puede derivar en posicionamientos más enfrentados. En este nuevo escenario, lo más llamativo es la desaparición del centro político que hasta ahora abanderaba CIUDADANOS. Un centro político que será más necesario que nunca, por su capacidad de pivotar entre políticas progresistas y conservadoras y hacer de bisagra que desbloquee los grandes asuntos de Estado. El partido político que sepa leer la importancia del voto moderado en este nuevo tiempo, podría obtener reditos electorales importantes en el futuro.
El Pacto de gobernabilidad anunciado hoy por PSOE y PODEMOS ha sido producto del avance de la extrema derecha en España y el miedo a que un nuevo bloqueo y repetición electoral haga que la izquierda pueda perder la oportunidad de formar gobierno.
En un escenario totalmente novedoso de los Pirineos hacia el sur, surge la duda de qué PODEMOS vamos a encontrar ahora que estarán en un gobierno. ¿Será el PODEMOS pegado a la calle y al 15M que lo catapultó al cielo parlamentario con 69 escaños? ¿O será el PODEMOS que varió su estrategia para competir con los socialistas por el espectro socialdemócrata y que le ha hecho perder 34 escaños?
Y por otro lado queda saber si las políticas de izquierda que le van a obligar a ejecutar al PSOE, hace que el partido de la rosa vuelva a conectar, de nuevo, con un electorado más progresista. A su vez, falta saber si eso no provocará una fuga de voto moderado. Lo que sí está claro, es que Sánchez e Iglesias tendrán un escenario muy diferente al que podían haber tenido en Abril. Ahora no solo tendrán la preocupación de Cataluña, sino también la del auge de la extrema derecha.
En el PP deben replantearse su futuro en el panorama político nacional. Si vuelven a la moderación en su discurso y políticas, es probable que puedan optar al más de millón y medio de votos que apoyaron a CIUDADANOS y que, dependiendo de la trayectoria de los naranjas, podría irse al PP. Si mantienen su escalada de tensiones, es muy probable que el voto más conservador y tradicionalista se siga sintiendo seducido por la extrema derecha.
Con Rivera fuera, y más de un millón y medio de votos en la saca, CIUDADANOS está obligado a virar su estrategia y volver a mostrarse como partido capaz de ser bisagra en los grandes asuntos de Estado si quiere volver a recuperar, poco a poco, el electorado perdido. Una abstención en la investidura de Sánchez puede ser la primera señal. Si eso ocurre, la onda expansiva del viraje político podría llegar a Andalucía y Madrid, poniendo en riesgo los apoyos a los gobiernos que ahora mismo sostienen.
En caso contrario, y seguir manteniendo una postura de confrontación y de pelea por el voto más conservador, está claro que tenderá a la desaparición. Si eso ocurre, faltaría saber qué ocurre con el caladero de votos que tiene. Todo dependerá de lo que hagan el PP y el PSOE en sus estrategias.
VOX es el partido que máss clara tiene su estrategia política. Seguirán llevando a cabo un discurso fácilmente comprable por el votante más castigado y que tanto éxito les ha generado en poco más de once meses. Dependerá del resto de formaciones políticas, especialmente del PP, el saber si se seguirá alimentando a la extrema derecha o si, por propia supervivencia, le aplican un cordón sanitario.
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