El FMI ha vuelto a echar un jarro de agua fría sobre la pretendida euforia del PP con sus datos económicos parcialmente manipulados para ocultar la realidad. Tras la visita sobre el terreno de “los hombres de negro” a España, que para eso estamos intervenidos, el diagnóstico del Fondo Monetario es tétrico: prevé 5 años más hasta la salida de la crisis y un paro desbordado que estaría en más del 25% al menos hasta 2018.
Sus recetas son profundamente neoliberales: propone rebajar los sueldos un 10% para crear empleo, a través de un gran pacto entre empresarios y sindicatos por el que los trabajadores acepten rebajas de sueldos y los empresarios se comprometan a crear empleo de forma significativa. Para “motivar” a los empresarios, pide rebajar más las cotizaciones a la Seguridad Social.
Si baja las cotizaciones a la Seguridad social, el Estado percibiría menos ingresos, pero no importa. El FMI ha encontrado una solución: subir los impuestos indirectos, medida que afecta a toda la población. El FMI no considera que haya que “motivar” a los ciudadanos. Si encuentran un trabajo con un salario todavía menor del que ya ha dejado la reforma laboral con esa rebaja del 10% se pueden dar por contentos. No importa que tengan que pagar todavía más por todo.
Y es que el FMI dice que, “aunque la reforma laboral de 2012 ha tenido efectos positivos como la caída de salarios en el sector público y grandes empresas, hay otros componentes que han tenido menos éxito” y es preciso “profundizar” en los cambios. Más tajo. Como ejemplo de estar en el buen camino, han puesto la “reforma” de las pensiones que nos cae en Septiembre, pero piden acentuar la poda.
Con todo, ve que ni aún por esas le cuadran las cuentas al gobierno, y por ello propone revisar también el gasto en educación y sanidad y dar otra vuelta de tuerca a la reforma de las pensiones. Es decir, la Biblia neoliberal desde los Consensos de Washington y Bruselas. Cargarse todo lo público. El FMI prevé que bajará el consumo, pero a eso no le pone remedio. Ni a la contradicción de que difícilmente puede crecer nada, salvo el paro y los cierres empresariales, con semejantes restricciones.
El gobierno anda estos días de propaganda con sus saneadas cifras de empleo registrado. Lo que ocurre es que el 93% de los contratos han sido temporales y un tercio de ellos, a tiempo parcial, “minijobs” en cobro. Fuera de la estacionalidad, el paro ha subido en 7.591 personas. Lo grave es que en el proyecto neololiberal de asimilarnos a China, el PP no apuesta como ellos, como los chinos, por la innovación tecnológica. El modelo del PP, según estamos viendo, es precisamente cortar la investigación y basarse en la devaluación de la sociedad, el turismo para extranjeros y Eurovegas.
Es cierto que el FMI suele equivocarse en sus pronósticos, pero siempre es a la baja. Es decir, cuando prevé recuperación ésta merma sus porcentajes y sobre todo yerra en las fechas: pone la zanahoria un poco más allá cada vez. Como el gobierno, correligionario del FMI, cuando no anda de publicidad engañosa y asegura, como Rajoy en el Senado, “Señorías, estamos saliendo de la recesión”. No estamos saliendo, pero además “salimos” más pobres y más fastidiados.
12/08/13
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