Los economistas del Fondo Monetario Internacional, Daniel Leigh y Olivier Blanchard, éste último, el economista jefe de de dicha institución, han presentado el informe titulado “Errores en las previsiones de crecimiento y multiplicadores fiscales”, en el que reconocen que el FMI se equivocó al prever las consecuencias de las políticas de recorte exigidas a los países con problemas económicos.¿Qué significa esto? Que se han cumplido los vaticinios que los economistas de la escuela keynesiana venían denunciando desde hace mucho tiempo, y que he expuesto en varios artículos de opinión.
El FMI está reconociendo que ha sido un disparate imponer las políticas de austeridad a los países de la Eurozona, que ha perjudicado sobremanera a Grecia, Portugal, Irlanda, España e Italia y que no sólo no han estimulado el crecimiento económico sino que han deteriorado la economía de los países afectados.
Dicen estos expertos que se equivocaron al aplicar un multiplicador fiscal erróneo, ya que estimaban que por cada euro de reducción del difícil, la economía del país perdería 0,5 euros de actividad económica, cuando en realidad ha significado una pérdida de 1,5 euros por cada euro de gasto reducido, según el propio informe.
¿Qué ha provocado este error descomunal? Que millones de personas se hayan ido al paro, la perdida de enormes derechos laborares, sociales y económicos y la condena a millones de jóvenes a no tener futuro.
Además, estamos hablando de una situación que no es nueva. Por suerte o por desgracia, la historia es muy tozuda, ya que se ha demostrado que esas mismas políticas que se aplicaron a los países sudamericanos en la década de los noventa, provocaron más recesión, paro, miseria, perdida de derechos sociales y la privatización de los servicios educativos, sanitarios, y las pensiones.
Lo que más me preocupa de toda esta situación, es la pérdida de soberanía nacional en la que estamos inmersos y el convencimiento del Gobierno de que lo que diga Bruselas es lo que hay que hacer sin ningún tipo de cuestionamiento. Rajoy ha querido convertirnos en los alumnos aventajados de Europa a la hora de hacer recortes y ahora estamos pagando las consecuencias.
Ante esta situación me pregunto ¿Y qué hubiera pasado si hubiéramos tenido un Gobierno diferente que se cuestionara si las decisiones tomadas en Bruselas eran buenas o no para nuestro país? ¿Qué hubiera pasado si otro Presidente hubiera planteado en el Eurogrupo unas políticas económicas alternativas, basadas en la reactivación del consumo a través del gasto público, en vez de decir sí a todo? ¿Nos hubiera afectado el error de cálculo del FMI como la ha hecho? Ahí lo dejo para que cada lector reflexione y saque sus propias conclusiones.
¿Qué pasará ahora? Pues dependerá, una vez más, de la voluntad de la ciudadanía. De su capacidad de movilización, de sus concienciación social y de su actitud para exigir responsabilidades a un gobierno que ha hecho dejación de sus funciones a la hora de defender los intereses nacionales.
06/06/2013
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