Estos últimos días, muchas y muchos vecinos de la Villa de Ingenio, nos hemos encontrado con la triste noticia de que el PP en nuestro municipio, ha decidido privatizar el servicio de tele-asistencia que venía prestando la Cruz Roja y que ahora lo hará una empresa privada.
Al leer la justificación de tal medida, me llamó la atención unas declaraciones del concejal del ramo, en las que asegura que no se trata de una privatización porque el servicio no lo prestaba el Ayuntamiento. Concrétamente, el concejal delegado del área dijo, y cito textualmente: “El servicio va a cambiar de manos pero no es una privatización ya que el mismo no lo prestaba el Ayuntamiento ni nunca lo ha prestado. Lo prestaba Cruz Roja, que funcionaba como empresa prestadora de servicio, no como ONG, pero, por razones de contratación, lo hará ahora la empresa que ha presentado una oferta más barata con la misma calidad y prestaciones”.
Pues bien, ante esto, que no deja de ser una burda manipulación de la realidad, y a modo de breve explicación, voy a apelar a “Coco”, aquel querido y entrañable personaje de la infancia y a su extraordinario sentido pedagógico.
Hola, queridos niños y niñas, soy «Coco», y hoy vamos a aprender la diferencia entre lo público y lo privado. ¡Ya verán qué bien lo pasamos!.
Seguro que en el parque en el que juegas hay algún banco donde se sientan tus papás. Ese banco se ha comprado con el dinero de todos, para que lo use quien quiera. Es, por tanto, un banco público, en el que todos podemos sentarnos y que debemos respetar y cuidar.
En cambio, en tu casa tienes sillas para sentarte a comer o a ver la tele. Esas sillas las ha comprado tu familia con su dinero, son de ustedes y, por ello, son privadas y pueden hacer con ellas lo que les venga en gana.
Pues bien, con los servicios pasa igual que con el banco y las sillas. Un servicio público es el que pagamos entre todos y tiene como objetivo principal el de prestar un servicio de calidad a quien quiera y necesite usarlo. Un servicio privado, es el que paga una empresa que tiene uno o varios dueños, cuyo objetivo principal es ganar dinero. Por eso prestará el servicio, pero siempre pensando en la forma de ganar más dinero.
Pongamos un ejemplo queridos niños y niñas. La tele-asistencia es un servicio que pagamos todas y todos a través del Cabildo, y lo gestiona Cruz Roja, que es una ONG adscrita a la Plataforma de ONG de Acción Social y a la Coordinadora de ONG para el Desarrollo, por tanto es un servicio…. ¡Público!. ¡Muy bien!. Pero si el servicio lo hace ahora una empresa que tiene su dueño y quiere ganar dinero, hablamos, entonces, de un servicio… ¡Privado! ¡Muy bien!
Y ¿Cómo pasamos de lo público a lo privado? Pues… se lo quitamos a una ONG y se lo damos a una empresa. ¡Bien!. Hay muchos más ejemplos queridos niños, pero la lección es válida para todos los casos, y también lo es para el concejal de Política Social del Ayuntamiento de Ingenio.
16/08/13
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