Y la noche se convirtió en una tenue luz de confesiones pendientes. En historias para no dormir y risas embriagadas de aromas a fruta negra y roja, regaliz y caramelos de violeta.
Y la noche se convirtió en una tenue luz de confesiones pendientes. En historias para no dormir y risas embriagadas de aromas a fruta negra y roja, regaliz y caramelos de violeta.