Politizar las protestas.

La remodelación de la calle Vitoria, en el barrio burgalés de Gamonal, ha provocado un estallido de protestas y disturbios de vecinos contrarios al proyecto. Desde la oposición municipal, Izquierda Unida se ha puesto del lado de los manifestantes y contra el bulevar, algo lógico si no fuera porque se ha demostrado que lo que han hecho es intentar politizar la protesta ciudadana que nació sin siglas ni lemas. Y es que, a través de las redes sociales, las y los vecinos han hecho circular el programa electoral que el partido presentó en las elecciones municipales de 2011.

Izquierda Unida se muestra contraria ahora a un proyecto que presentó en las elecciones municipales de 2011 donde proponía medidas como la construcción de aparcamientos y aseguraba que ampliar los carriles para el tráfico no soluciona los atascos. El grupo solicitaba una ciudad “con aceras anchas”. “Se debe aumentar la conectividad, desde las calles estrechas y los callejones a los bulevares, con espacios de calidad que alienten el paseo” Además, se mostraba a favor de no “favorecer el tráfico rodado”.

El proyecto que tenía pensado el alcalde Javier Lacalle iba a incluir un carril bici. En ese texto electoral de hace tres años, Izquierda Unida apostaba por el “fomento de la bicicleta como medio de transporte alternativo y menos contaminante del vehículo privado”. Además proponían la “construcción de aparcamientos disuasorios” para que puedan dejar sus coches y conecten rápidamente con el transporte público. A todas estas, el concejal del grupo en el ayuntamiento Raúl Salinero a “La República.es”, dice que su “intención es luchar para que Gamonal sea la chispa que arranque la revolución en todo el país”.

Es una lástima que ni Izquierda Unida ni el resto de formaciones entiendan que la ciudadanía ya no quiere que les abanderen. Se bastan solos para reivindicar sus derechos y que exigen una nueva forma de hacer política, sin manipulaciones y sin utilización electoral.

La ciudadanía quiere una nueva forma de hacer política; real, cercana a sus exigencias y reivindicaciones, y por supuesto, que sea seria y coherente. Todo lo contrario a lo que ha hecho Izquierda Unida con el problema de Gamonal y del que ya se han quejado organizaciones sociales como «Democracia Real Ya» o el «15M».

22/01/14