Si ya de por sí es un placer y una satisfacción indescriptible, oficiar la ceremonia de dos personas que quieren unir sus vidas, imaginen cuando se trata de un familiar. Espero que Rubén y Rebeca sean muy felices juntos.
Si ya de por sí es un placer y una satisfacción indescriptible, oficiar la ceremonia de dos personas que quieren unir sus vidas, imaginen cuando se trata de un familiar. Espero que Rubén y Rebeca sean muy felices juntos.
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